Era un dia cualquiera en la lejana provincia de lluvia de oro. Sus pobladores permanecian alegres porque ya habia llegado la primavera y con ella las mas hermosas flores que llevaban no solo esta particular provincia sino en todo el reino de Peisan.
Santiago sin embargo no estaba feliz permanecia encerrado en lo mas alto de la torre del castilo donde ni la luz llegaba a esos muros oscuros que bien reflejaban su adolorida y atormentada alma. Ese dia en particular se acerco a la rejilla y vio grandes desfiles, fiestas, y personas felices por doquier, pero a el nadie lo esperaba, tal vez por sus errores era el ser mas odiado, o quizas su equivicacion lo hacia castigarse por la muerte de sus padres y desde quedo a cargo de su descuidada tia Nury, se crio solo, siendo un hombre inteligente, valiente, fuerte, que escondia algo en su mirada que lo hacian lucir interesante, y fisicamente muy atractivo, alto, rubio, con labios sutilmente rosados y en especial esa sonrisa, que podria enloquecer a la mujer mas cuerda y mas centrada. Solo contaba con 17 años pero su caracter lo hacia parecer mucho mayor, incluso sus tios temblaban cuando "Santi" amanecia de mal genio, por eso muy poco se acercaban a ese lugar en el que habia decidido estar y ellos mismos le apodaron "el dragon".
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